Cordófonos, Aerófonos, Idiófonos o Electrófonos.
- Los instrumentos de teclado pueden ser cordófonos, aerófonos, idiófonos o electrófonos.
LOS INSTRUMENTOS CON TECLAS
EL PIANO
El piano fue inventado alrededor de 1700 por Bartolomeo Cristofori, aunque en aquel entonces se llamaba pianoforte. En italiano, piano significa “suave” y forte significa “fuerte”. Por lo que su nombre describía lo que este nuevo instrumento podía hacer: tocar notas suavemente o fuertemente, algo que no se podía hacer con instrumentos de teclado anteriores.
El piano actual puede ser de cola o de pared y tiene 88 teclas, 36 negras y 52 blancas.
¿Cómo funciona un piano?
Cuando tocas una de estas teclas un pequeño martillo golpea una cuerda que se encuentra dentro de la caja o cola del piano.
En el siglo XVIII aparecieron los primeros fabricantes de pianofortes, principalmente en Viena, y compositores como Mozart y el jóven Beethoven compusieron sus obras para piano en estos instrumentos.
El Rolls Royce de los pianos es la marca Steinway&Sons.
Chopin, Debussy, Liszt, Mozart, Beethoven, la pareja Schumann, Brahms, Mendelssohn, Prokófiev, son algunos de los muchos compositores que han creado obras para este instrumento que no solo se ha usado para la música clásica sino también para otros géneros como el jazz y el rock.
Y ¿quienes son los principales pianistas de la actualidad?
Si quieres escuchar buenas interpretaciones de piano y adentrarte de lleno en las sonatas y conciertos, no puedes fallar si escuchas a (no hay un orden predeterminado):
Martha Argerich (pianista virtuosa argentina que es muy reconocida por sus interpretaciones de obras de compositores románticos como Liszt, Chopin, Prokófiev o Rachmáninov)
Daniel Baremboim (acaba de sacar un disco con música de Debussy, imperdible)
Glenn Gould (aunque ya murió, hay numerosos discos con los que puedes disfrutar sus interpretaciones, especialmente las de Bach)
Mitsuko Uchida (especializada en Mozart y Beethoven)
Y los modernos Lang Lang, Yuja Wang y Valentina Lisitsa (a muchos les gustan, a muchos no, escúchalos y tú decide).
LA CELESTA
La prima del piano es la celesta que también tiene martillos que se activan con las teclas, pero en lugar de tocar cuerdas tocan láminas de metal. En 1886, en la ciudad de París, Auguste Mustel desarrolló un instrumento que producía un sonido dulce pero que se escuchaba con un volúmen adecuado. Fue en esta ciudad donde Tchaikovsky escuchó por primera vez al nuevo instrumento con sonido “celestial”. Le gustó tanto que lo usó para dar vida a la Danza del Hada de Azúcar en su ballet El Cascanueces. También la podemos escuchar en el comienzo de la banda sonora de Harry Potter o en obras como Mi Madre la Oca de Ravel, y Romeo y Julieta de Prokófiev, por mencionar algunas.
EL ÓRGANO
Otro de los instrumentos con teclas que podemos escuchar frecuentemente en la música clásica es el órgano. A diferencia del piano que funciona golpeando cuerdas, o la celesta, que funciona golpeando láminas metálicas, el órgano funciona con….. ¡tubos que dejan pasar el viento! Los tubos, al tener diferentes tamaños, producen sonidos graves y agudos. Y son tantos tubos que el órgano puede tener uno o más teclados y muuuuchos pedales. Es imposible que yo lo explique… ¿por qué no lo ves? Te invito a ver este video de la Berlirner Philharmoniker donde enseña el moderno órgano de su orquesta a los niños (¡¡¡aaaggghhh ¿por qué las orquestas de aquí no hacen eventos como estos donde conocemos los instrumentos y a sus músicos?!!!). Desgracidamente solo está en inglés y alemán pero te puedes dar una idea. Este increíble instrumento es muuuy antiguo. Wikipedia nos dice que el órgano tubular tiene su orígen en la antigua Grecia (¿sabías que es el instrumento de teclado más antiguo?) y los primeros cristianos lo comenzaron a usar en las iglesias en el siglo VII. En el ámbito clásico, dos de los compositores que más han aportado a la música del órgano son Johann Sebastian Bach y Olivier Messiaen, aunque Händel también tiene una gran selección de obras.
ACORDEÓN
Si, sé que vas a decir, “¡pero este instrumento no se usa en la música clásica!”…. pero ¿qué crees? … que sí se usa. Aunque no muy popular, podemos encontrar obras en el repertorio clásico para el acordeón. Tchaikovsky, Ives, Giordano, Dutilleux, y Gubaidulina son algunos de los compositores que han escrito para el acordeón. Este curioso instrumento data de la década de 1820. Tanto en Alemania como en Rusia se han encontrado los acordeones más antiguos. Y ¿cómo funciona? Pues cuando se abre y se cierra el acordeón, pasa aire por dentro que acciona lengüetas metálicas que vibran y generan sonidos que a su vez son controlados por el teclado de la mano derecha y los botones de la mano izquierda. Como seguro sabes, podemos escuchar este instrumento en otros géneros, como la cumbia o la música norteña de México. Y en Argentina es parte del tango. Checa este video donde dos jóvenes interpretan una pieza de Astor Piazzolla, Libertango.
EL CLAVE / CLAVECÍN
Uno de los abuelos del piano moderno es el clave, instrumento con teclas que funciona pulsando las cuerdas (tal como se hace en una guitarra o arpa) en lugar de golpeándolas con un martillo (como en el piano). Fue muy usado en el barroco aunque fue inventado en el renacimiento. Compositores como Domenico Scarlatti, Couperin, o J.S. Bach tocaban y componían en el clavecín. Es curiosa la historia de este instrumento: una vez que llegó el pianoforte y compositores prefirieron al nuevo instrumento a finales del siglo XVII, el clavecín quedó en el olvido. Todas las obras que fueron escritas en sus teclas eran interpretadas en el piano. Hasta que llegó el siglo XX y la clavecinista Wanda Landowska. Ella fue la responsable de darle ese nuevo aire al clavecín y mostrarlo al mundo musical. Por ejemplo, grabó en 1933, por primera vez, las Variaciones Goldberg de Bach al clavecín. Tuvo tanto éxito, que compositores del siglo XX comenzaron a escribir de nuevo para el clavecín y para ella: Manuel de Falla escribe El Retablo del Maese Pedro y un concierto para clavecín dedicado a Landowska. De aquí en adelante, el clavecín vuelve a aparecer en el repertorio musical, ya sea con obras clásicas de otros siglos o modernas.
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