lunes, 22 de febrero de 2021

La música contra el estrés

 

Escuchar música combate el estrés y potencia la productividad



La música hace mucho más que exaltar nuestros sentidos o relajar la ansiedad, nos pone de buen humor, ayuda a mitigar el dolor, mejora la calidad de vida, estimula el aprendizaje, la comunicación y la expresión corporal en niños. ¿Os habéis dado cuenta que cada vez que suena alguna canción, los niños bailan rápidamente?

La actividad terapéutica de la música no es nueva, aunque hoy en día se encuentra en plena expansión gracias a los numerosos informes y estudios. Todos estos beneficios se generan por la profunda estimulación a nivel cerebral que provoca cada una de las ondas musicales, independientemente de los gustos de cada persona:

Mejora tu entrenamiento

Clases de gimnasio, listas especiales para hacer running, cascos cada vez más ligeros y sencillos… todo enfocado a la música, a que nos acompañe, a que forme parte de nuestra rutina. La música aumenta la motivación hasta límites insospechados.

-es capaz de mejorar el rendimiento en un 15 %

-permite apartar la mente de los pensamientos negativos

-disminuye la fatiga

“Ayuda a mantener un ritmo continuo, ya que el ejercicio se amolda al compás que mantiene cada tema. La música y sus elementos ayudan a que focalices tu energía en la actividad física y a que la mantengas durante más tiempo”, afirma Mamen Vercet, musicoterapeuta en Tamborets de Carabassa.

Combate el estrés

Si nos dejamos llevar por nuestras canciones favoritas, la cortisona (la hormona relacionada con la ansiedad) se reduce y la mente libera las tensiones acumuladas. “Si estamos muy estresados, mejor optar por música más movida, ya que conectará más con el estado de ánimo”, afirma Vercet.

Todos recordamos ese concierto de furor con los amigos, las últimas fiestas del pueblo donde la orquesta cantó todos los grandes éxitos que conocemos, o esa noche rara de fiesta que acabó en un karaoke… y todos recordamos esos momentos como algo positivo, con una sonrisa, como un buen recuerdo.

Estimula la concentración

La música de tempo lento promueve un estado de calma, de meditación. Suelen activar áreas del cerebro que son claves para potenciar los aprendizajes cognitivos, afectivos y motores, ayudando a mantener la productividad a lo largo de toda la jornada laboral. Mucha gente estudia con música clásica, otros con bandas sonoras de cine…

La musicoterapia

La musicoterapia se desarrolla en el ámbito público y en el privado, en ejercicios grupales o individuales, en prevención, promoción, recuperación y rehabilitación de la salud. Las metodologías de trabajo varían según la población o las escuelas. Tanto el dolor agudo como el dolor crónico pueden apaciguarse aplicando terapias específicas de musicoterapia, que sirven como complemento al tratamiento sanitario recibido. La mente es una de las herramientas más poderosas que tenemos, no debemos desaprovecharla.

Favorece el sueño

Para luchar contra el insomnio recomiendan escuchar música antes de dormir. Música relajante después de cenar para que cuerpo y mente se vayan preparando para descansar. Seguir en la cama con los ojos cerrado y esa música puede ayudar a conciliar el sueño antes. En muchas ocasiones, tener la radio a un volumen casi mínimo ayuda a dormir, el ronroneo nos va meciendo.

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Beneficios para nuestro cerebro el aprender un instrumentos musical


Los beneficios para el cerebro de tocar un instrumento musical



Existen numerosos estudios que confirman que aprender a tocar un instrumento es beneficioso para la función cerebral a cualquier edad. Por tanto, aprender a tocarlo en la madurez también reporta muchos beneficios para la salud en general y para el cerebro en particular. Si en los niños esta actividad contribuye a fortalecer su inteligencia y despierta su mente, en los adultos también consigue frenar, en cierta medida, las consecuencias del paso de los años en el cerebro.

Según los expertos, tocar un instrumento musical es una de las formas más eficaces para estimular la inteligencia y para entrenar el cerebro a distintos niveles. Esta práctica requiere que varias partes del cuerpo participen de ella a la vez, por lo que se ha comprobado que ayuda a la movilidad, fomenta el desarrollo psicomotriz, influye en la conducta y facilita el desarrollo de la memoria y el lenguaje.

Aprender a tocar un instrumento requiere de la actividad de varias partes del cerebro, puesto que implica a la memoria, pero también a la lógica y a la movilidad, por ejemplo. De hecho, esta actividad requerirá que se muevan las manos o los dedos y requerirá también coordinación y atención. La música consigue, entonces, que se incremente la capacidad que tiene el cerebro para adaptarse y cambiar, y mejora la neuroplasticidad.

En definitiva, puede afirmarse que tocar un instrumento prepara al cerebro para poder discernir lo que es importante en un proceso complejo, como puede ser la lectura o los recuerdos.
Los beneficios para los mayores de tocar un instrumento

Todas estas aseveraciones cobran una significación más especial cuando nos aseguran que aprender a tocar un instrumento musical puede ayudar a reducir los efectos del deterioro mental y cognitivo que se asocia al envejecimiento. No en vano, en muchas ocasiones, esta actividad se convierte en una herramienta terapéutica en toda regla, como activador de funciones importantes que se pierden con la edad, como es la memoria auditiva, la capacidad para oír o para mantener una conversación en espacios ruidosos. Estos deterioros, de producirse, lo hacen de forma mucho más lenta en aquellas personas que a lo largo de su vida han tocado algún instrumento musical.

Los autores de un estudio que han realizado en la Northwestern University, en Estados Unidos, reconocen que todos estos beneficios se consiguen porque los tonos musicales activan el sistema nervioso, activando al mismo tiempo todas las partes del cerebro que intervienen en la actividad.

Otro estudio realizado en la Universidad de Kansas añade que las personas que tienen una mayor experiencia musical consiguen tener una mayor agudeza visual espacial. Además, en ellas, el cerebro demuestra tener mayor capacidad para adaptarse a información nueva. Los investigadores creen que esto se produce gracias a la práctica y el aprendizaje que requiere tocar un instrumento musical, a través de los cuales se crean algunas conexiones neuronales en el cerebro que compensan las pérdidas cognitivas que surgen con el paso de los años.

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Dificultades al aprender un instrumento musical

 

Problemática en el aprendizaje y la docencia Musical



Para llegar a sobresalir en la música se requieren ciertas cualidades que no posee la mayoría de personas: un gran sentido rítmico, poderosa memoria auditiva u oído interno, gran poder de concentración, el uso de los dos hemisferios cerebrales para algunos instrumentos como el piano y la batería, coordinación, motricidad e independencia en el manejo de sus dedos, capacidad de ir leyendo simultáneamente dos pentagramas paralelos en el piano o tres pentagramas en el órgano.

Quien posea todas esas cualidades puede llegar pronto a ser un gran músico. Entonces decimos que se tiene gran talento natural para la música. Esta persona seguramente triunfará en el campo de la música, bien sea con un diploma de la mejor universidad, o con un profesor particular, o en una escuela informal, o como un autodidacta. Ha habido muchos grandes músicos famosos que han triunfado sin tener una carrera formal de música. Aquí estoy hablando de una pequeña minoría de genios.

La mayoría de los que van a estudiar música tienen algunas carencias:

No todos tienen sentido rítmico. No todos sienten el ritmo al tocar, sino que deben ir contando y llevando una estricta contabilidad de los valores de las notas, añadiendo así un gran trabajo cerebral a su labor de tocar el instrumento.

No todos tienen oído interno o memoria auditiva o el oído absoluto. No me refiero a lo que los médicos llaman oído interno, sino al oído subconsciente como el que poseía Beethoven, quien siendo absolutamente sordo compuso sus mejores obras. El imaginaba las líneas melódicas, los contrapuntos, las armonías, los efectos orquestales, y los escribía en los pentagramas con todas sus dinámicas y expresiones.

No todos tienen memoria auditiva. Son más los que tienen memoria visual o memoria lógica, o memoria secuencial, y entonces tienen que adaptarse y algunos aprenden a relacionar notas, intervalos y acordes con colores para suplir esa carencia, añadiendo así un gran trabajo consciente en la imaginación a su labor de tocar el instrumento.

No todos tienen el poder de concentración que debe poseer un buen intérprete.

El operar simultáneo de los dos hemisferios cerebrales es fundamental en el estudio y en la interpretación del piano.
He tenido experiencias con buenos instrumentistas monofónicos, como flautistas, violinistas, saxofonistas... que me han pedido clases particulares de piano y a las pocas sesiones desisten porque les es imposible la coordinación e independencia de sus manos. Están acostumbrados a una sola línea melódica y jamás han utilizado el "otro" hemisferio... lo tienen atrofiado. Los instrumentistas melódicos o los que solo tocan acordes o la línea del bajo no siempre necesitan del trabajo simultáneo de ambos hemisferios.
En cambio para algunos instrumentos donde las manos hacen un trabajo totalmente distinto e independiente pero que debe ser perfectamente coordinado como el piano, la batería, el órgano... es indispensable poseer esa cualidad de operar ambos hemisferios.

La motricidad e independencia de los dedos es fundamental para cualquier instrumento, pero sobre todo para el piano, pues solo 10 dedos tienen la responsabilidad de controlar sus 88 teclas.

Solo una minoría de estudiantes poseen todas las cualidades enumeradas anteriormente, y estos al concluír sus estudios, o aun sin concluirlos, llegarán a ser verdaderos "músicos".

Perfil del Docente de Música:

Ahora bien, si para aprender a tocar un instrumento se necesitan todas estas cualidades y la mayoría de los candidatos carecen en parte de ellas, pues es muy complicado el trabajo para los profesores de una institución académica que deben enseñar un instrumento a un grupo de personas de muy diferentes aptitudes y tal vez con muchas carencias.

Los que no poseen ese talento especial, pero estudian con juicio y cumplen con todos los requisitos académicos reciben un diploma de licenciatura o profesorado o equivalente en el que la Institución aclara que se otorga dicho diploma por haber cumplido con todos los requisitos académicos. En este caso tenemos un grupo grande de "musicólogos" que saben de memoria todas las reglas de armonía, todas las técnicas para tocar su instrumento, pero no se sienten capaces de lanzarse a tocar en público y no tienen otro campo laboral mas que el ofrecerse como maestros en una Institución.

Las Instituciones deben contratar precisamente a maestros diplomados y así la mayoría de ellos son "musicólogos" o "pedagogos" especializados en "docencia musical".

Harold Blanchard, un gran maestro de Jazz que tuve hace años me dijo cuando lo conocí: "Si quieres aprender música jamás vayas a un sitio que ofrece clases de música, porque te encontrarás con un pedagogo con especialidad en docencia musical y tu aprendizaje será muy lento y limitado. Ve a sitios donde toquen tu instrumento y si encuentras un buen "músico" pídele que te de unas clases particulares y en unas pocas horas aprenderás más que en años en una Institución académica".

Un grave problema que se está presentando en la actualidad es el elevado número de alumnos que optan por seguir una carrera de música sin tener las cualidades requeridas.

Otro grave problema es que las instituciones académicas deban contratar casi que exclusivamente a "musicólogos" o a "pedagogos", para quienes la música ha sido muy difícil, y por consiguiente hacen demasiado complicado su aprendizaje.

La música es fácil, pero muchas instituciones y maestros la hacen difícil.

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Beneficios de aprender a tocar un instrumento en una avanzada edad

Nunca es tarde para aprender a tocar un instrumento




Para aprender a tocar un instrumento siendo mayor, es fundamental tener una actitud positiva, ya que la música requiere años de práctica y es un ejercicio cognitivo complicado, por lo que no se va a aprender a tocar un instrumento en dos días.

Tocar música mantiene activo el cerebro, evitando el envejecimiento del mismo y, por lo tanto, disminuyendo la aparición de los síntomas de la demencia hasta en cinco años (según algunos estudios). La música fortalece el cerebro, compensando los efectos que puede tener el envejecimiento, la música implica utilizar muchas redes cerebrales, y éstas activan la reserva cognitiva que atrasa los efectos del a edad.

Tocar algún instrumento mantiene la mente activa, además de que es una actividad no nociva para el cuerpo, por lo que se puede practicar sin apenas desgaste físico. El interpretar música se puede comparar con la actividad física en cuanto a los beneficios que proporciona para la mente de la persona mayor.

La música, y tocar instrumentos, tiene múltiples beneficios para los mayores, beneficios cognitivos como son la mejora en el lenguaje, la memoria, la atención y la capacidad de aprendizaje. La música es una forma de expresarse al mundo que rodea, la música es una forma de comunicación.

A través de la interpretación de instrumentos, los mayores consiguen mejorar la memoria y la capacidad auditiva, tanto en ambientes ruidosos como en general, por lo que ayuda a evitar el aislamiento social que el mayor se autogenera al no oír y sentirse indefenso ante el mundo que le rodea.

Con la música se está de buen humor, evitando la depresión y la angustia. Se consigue tener una actitud positiva ante la vida, lo que alivia el dolor y los males y problemas que se tienen día a día, olvidando durante unas horas los impactos negativos de la edad.

Aprender a tocar un instrumento de mayor tiene sus ventajas. Por ejemplo, es una decisión propia, no impuesta por los padres, y es por ello que el mayor se conoce bien, con sus capacidades y debilidades, lo que hace que se tome el aprendizaje con más calma, no agobiándose ante los errores o ante aprender lentamente. Además, una persona mayor conoce e interpreta mejor la música, siendo mucho más fácil el reconocer cómo debería sonar.

Es importante que la persona no se ponga plazos, ya que así si no llega se agobiaría. Aprender a tocar un instrumento es un ejercicio de autoconocimiento y aprendizaje, con disciplina diaria, que a la larga proporcionará grandes beneficios.

Además, tocar un instrumento es un ejercicio social, ya que si se tienen nietos, familiares o amigos que ya toquen música, se puede interpretar piezas conjuntas, pasando buenos momentos juntos.

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Beneficios de tocar un instrumento desde una corta edad

4 beneficios de tocar un instrumento musical en la infancia


Aprender a tocar un instrumento musical es uno de los mejores recursos para estimular las habilidades cognitivas y sociales en la infancia. Además, el contacto con la música se vuelve clave para liberar emociones.

En la actualidad se conocen muchos beneficios de tocar un instrumento musical en la infancia. Aunque la mayoría de los niños lo hacen por entretenimiento, su práctica regular incide de manera significativa en su proceso de desarrollo cognitivo, social y artístico.
Desde que se inicia el proceso de aprendizaje, se ejercitan importantes habilidades cerebrales, se agudiza el oído y mejora la capacidad de expresión. Además, el fortalecer este arte:

Facilita la formación de la personalidad del menor.
Permite tener una mejor autoestima.

Sus beneficios son:

1. Promueve el bienestar emocional

Ayuda a promover la sensación de bienestar emocional en los niños. Al disfrutar de la música mediante su práctica, los pequeños liberan energías reprimidas y se sienten mejor consigo mismos.


2. Mejora las habilidades cognitivas

Los niños que tocan guitarra, tambores, pianos o cualquier dispositivo musical tienen mejor concentración y capacidad para resolver problemas.


3. Refuerza las habilidades del lenguaje

Tanto los instrumentos musicales como las letras de las canciones les pueden ayudar a:
* Ampliar su vocabulario.
* Hacer un uso correcto de la lengua.


4. Promueve habilidades sociales saludables:

Tienen más facilidades para relacionarse en su entorno social. Dado que la autoestima y autoconfianza del niño se fortalece, siente menos temor al estar en contacto tanto con adultos como con otros niños.

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La música contra el estrés

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